3 tips para vender FELICIDAD en lugar de tu producto
Las personas felices son más dinámicas, tienen una conexión con las relaciones sociales de forma articulada y lo más importante… lo hacen de corazón, lo cual es de suma importancia en las ventas.
Un vendedor que impone no vende.
Los vendedores que irradian felicidad tienen mejores resultados a largo plazo ya que crean conexiones fuertes con sus clientes.
Los mejores vendedores no sólo crean un contacto, sino que a la vez construyen una relación y generan diálogos de valor (donde el cliente te llama directamente a consultarte por x o y producto, aun teniendo varios vendedores ofreciendo lo mismo).
#1 VENDE A TRAVÉS DE TU ACTITUD Y LOS VÍNCULOS EMOCIONALES:
Lo que puedes lograr por medio de estos vínculos emocionales es generar valor para el usuario.
Cuando a un vendedor se le nota la felicidad con la que vive las ventas, con la que vive su trabajo y el servicio que ofrece a las personas, los resultados se multiplican, ya que eso es lo que perciben los clientes.
Imagínate un vendedor con el que tengas una conversación así:
Cliente: Hola Carlos ¿Cómo estás?
Vendedor: Pues ahí vamos… todo últimamente está muy duro, no he tenido muchas ventas, últimamente los clientes no llegan.
En realidad, ¿esto te generaría una experiencia agradable?, ¿Quisieras comprarle a este vendedor?, ¿Qué te transmite con esa respuesta?
Recuerda:
Si una persona se siente bien al llegar a tu negocio o al tener una interacción contigo, esto te ayuda a disparar el componente de percepción de felicidad que tú como vendedor tienes.
Las empresas se han dedicado por muchos años a hacer relaciones transaccionales con los clientes: tengo este producto, te lo vendo, punto. No se han preocupado por crear lazos fuertes y memorables con ellos, lo cual es un grave error.
SÉ UN VENDEDOR DISRUPTIVO.
Si llegas al corazón, te quedas en su cabeza y de esta forma llegarás más fácil a su bolsillo.
¡Vendemos a través de nuestra actitud!
Cuando un cliente está enamorado de tu producto o servicio y de tu forma de construir su relación, lograrás recompras.
#2 VINCULA CARGAS EMOCIONALES Y FUNCIONALES EN LO QUE OFRECES:
Es verdad que un cliente no sólo va a comprarte por sentirse bien contigo, por la eficiencia en el tiempo de entrega o por la sonrisa que tengas cuando hables con él. Uno de los factores principales por los cuales un prospecto decide trabajar contigo es porque sabe que lo que tú ofreces puede solucionar un problema o una necesidad actual.
Cuando un prospecto esté interesado en tus productos o servicios hazle saber de antemano lo que puede ganar al trabajar contigo o comprar tu solución.
Una excelente estrategia para lograr esto es cuantificar el valor de lo que el cliente va a recibir al adquirir tu solución, un ejemplo de esto podría ser:
“Pepito, puedo garantizarte que al terminar este curso en tan sólo 4 meses vas a recibir un retorno sobre la inversión de compra, además vas a aumentar tu tasa de cierre y tendrás un 50% más de ventas cada mes de lo que ganas en este momento. Lo que te permitirá tener más tiempo con tu familia y disfrutar más de estas ganancias extra”.
Puedes evidenciar que en este ejemplo no sólo vinculé los beneficios monetarios, sino también los beneficios personales que podría tener este prospecto al adquirir mi solución.
Para evidenciar esto de mejor forma te recomiendo el uso de testimonios y casos de éxito de otros clientes.
#3 EXPLOTA EL FACTOR “FELICIDAD ANTICIPADA”:
A lo que me refiero con esto es qué emoción y qué proceso de compra vas a disparar en lo positivo que el cliente va a vivir al adquirir tu solución. Lo que espera sentir. La sensación emocional del “antes de” la compra.
Si puedes evidenciar, mostrar, modificar y mejorar la experiencia previa a la adquisición o a un momento memorable a un ciclo de servicio, podemos cerrar más fácil una venta.
Ejemplo: las personas que hacen fila para entrar a un restaurante tienen felicidad anticipada, ya que saben que están esperando por platos deliciosos, de calidad y, además, ya están preguntándose mentalmente qué quieren probar.
Si puedes mejorar esta experiencia “antes de”, tus resultados se dispararán.
Tú debes diferenciarte por un elemento. Entrega valor a la gente y haz que tengan una experiencia única de principio a fin.
Así que recuerda, mantén siempre una buena actitud, vincula cargas emocionales y funcionales cuando ofrezcas tu solución y explota el factor de la felicidad anticipada.
Te aseguro que, si consigues incorporar estas estrategias en el ciclo de la venta, tus clientes no sólo se enamorarán de tu solución, sino que a la vez querrán trabajar contigo a futuro.
¿Estás listo para empezar a enamorar a tus clientes?